¿Por qué los productos concentrados y condensados son una solución para el medio ambiente y la calidad de nuestra alimentación?

La leche de almendras, de coco, la horchata concentrada, siropes, jarabes de frutas, etc, suponen menos envases, menos peso y menos volumen para el transporte y su almacenamiento, lo que se traduce en una importante reducción en emisiones de CO2.

Además implican una mejor conservación y calidad del producto.

Te explicamos porque…


El origen, un poco de historia…

Allá por los años 40, el transporte refrigerado era complicado para muchos productos. Para los zumos de frutas o las horchata de chufas, transportar con bloques de hielo era caro y poco rentable para su distribución, ya que su caducidad es extremadamente corta (2-4 días).

Además no existían tantos conservantes, ni aromas, ni aditivos. Así, algunos productos se distribuían en siropes, concentrados o jarabes de frutas donde en casa se hacía la mezcla con agua para poder obtener el producto final.

Con el paso del tiempo, el crecimiento económico y de consumo propiciado por el capitalismo pujante desde los años 50 hasta hoy, estas prácticas se fueron perdiendo, y algunos de estos jarabes se concentraron cada vez más y, aplicando trozos de fruta, pasaron a llamarse mermeladas, dejando de usarse como bebidas.

Estas prácticas se fueron perdiendo, y algunos de estos jarabes se concentraron cada vez más y, aplicando trozos de fruta, pasaron a llamarse mermeladas, dejando de usarse como bebidas.

Desde entonces, la hegemonía en las bebidas vegetales fueron los productos listos para beber, atendiendo la demanda de una sociedad inmersa en la inmediatez de consumo sin importarle demasiado la calidad, la salud o el medio ambiente, sobre todo en los años 80s, 90s y principios del siglo XXI. Hoy en día, la situación es algo diferente, la tendencia está cambiando y la sociedad empieza, cada vez más, a interesarse por productos Bio más naturales, y a darse cuenta del peligro de los conservantes y aditivos para la salud, al igual que a ser consciente de los problemas de los envases plásticos para el planeta y la salud.

Así, algunos productos se distribuían en siropes, concentrados o jarabes de frutas donde en casa se hacía la mezcla con agua para poder obtener el producto final.


BUENO PARA EL MEDIO AMBIENTE: Dejar de Transportar Agua.

Voy a poner el ejemplo de lo que más conocemos, por supuesto, nuestras Horchatas Concentradas y Condensadas. La diferencia entre ambas es que la concentrada tiene más cantidad de materia prima, superior al 10% de Materia grasa, en el caso de la Horchata Concentrada, como exige la normativa de concentrados por un 5% en la Horchata Condensada, una regla similar, se puede aplicar a otros producto).

Un poco de matemáticas…

Si comparamos entonces, una Horchata Concentrada, por ejemplo a lo que implica para el transporte cualquier Horchata lista para beber en brik o botella de plástico sobre su coste e impacto para el medio ambiente podemos ver una gran diferencia:

Pongamos que vendemos 1 pallet de Horchata Concentrada de 1 litro, que en nuestro caso, suele suponer unas 48 cajas de 8 Botellas de 1L.

Si con 1 litro de Horchata Concentrada producimos 5 litros de horchata líquida. Con 48 cajas de 8 botellas cada una, transportamos 384 Botellas de Horchata Concentrada en un pallet, lo que suponen 1920 litros de Horchata una vez que se haga la mezcla en destino (1+4), no en el transporte, ya que solo transportamos 384 litros. Ahí esta la importante clave de ahorro en peso, volumen, espacio y envases, en toda la cadena de distribución.

Esto supone ahorro en diferentes facetas:

1 – Menos Peso:

384 litros vs 1920 litros (sin contar con el peso de los envases, 1 botella de cristal vs 5 envases de plástico bien sea Brik o botella de plástico). Si 1 litro es igual a 1260 gramos de Horchata Concentrada estamos hablando de 483 kg en un pallet por los 2016 kg en brick (1920L x 1,050kg), que sería un pallet, es decir transportamos al menos 4,5 veces más peso, en su mayoría agua.

2 – Menos Volumen:

Una caja de 8 Botellas de Horchata Concentrada equivale a 40 envases de brik de 1L.
Si un pallet tiene 384 botellas vs 1920 briks. Y teniendo en cuenta que nuestro pallet en volumen es igual a (117 x 80 x 120) son unos 112000 cm3 (redondeando) y que un brik estándar es igual a 1260 cm3 (12 x 7 x 15) x 1920 da un total de 241000 cm3, más del doble de volumen. La reducción de volumen y espacio implica importantes ventajas en el transporte pero también en logística, almacenamiento y espacio en los lineales de los supermercados, etc.

Si con 1 litro de Horchata Concentrada producimos 5 litros de horchata líquida. Con 48 cajas de 8 botellas cada una, transportamos 384 Botellas de Horchata Concentrada en un pallet, lo que suponen 1920 litros de Horchata una vez que se haga la mezcla en destino (1+4), no en el transporte, ya que solo transportamos 384 litros. Ahí esta la importante clave de ahorro en pedo, volumen, espacio y envases, en toda la cadena de distribución.

3 – Menos Envases: Nuevamente contamos con 384 botellas de cristal 100% reciclables vs 1920 briks o botellas de plástico que en gran parte no se reciclarán, 5 veces más. Por lo tanto, las matemáticas no fallan, estamos transportando muchísimo más peso y más volumen en brik o botella de plástico con su consiguiente aumento de emisiones de CO2 a la atmósfera sin ser necesario para muchos productos, ya que podrían ir en concentrado o condensado en envases de vidrio.

Estamos transportando agua en la mayoría de bebidas vegetales tipo zumos, caldos, horchatas, batidos, smoothies…), cuando no es necesario, ni por salud, ni por ahorro de costes, ni ahorro medioambiental. Estos productos podrían distribuirse como concentrados ganando en calidad para el consumidor, y reduciendo muchísimo el impacto ecológico.

Como han apuntado ya los científicos, cambiar es urgente, para evitar el cambio climático y el deterioro de nuestros océanos, y que finalmente, no seamos nosotros los que consumimos microplásticos. Si queremos un cambio real, debemos cambiar nuestros hábitos de consumo. Reducir, y pasar de transportar y distribuir estas bebidas líquidas ya listas para tomar por concentrados, puede ser una solución.

Además, esto repercutiría mínimamente en nuestra vida diaria, realizar la mezcla no supone más de 30 segundos, los clientes de horchatas concentradas o de la leche de almendras lo saben bien, y muchos hosteleros lo hacen ya.

Por lo tanto este cambio en nuestra forma de consumir, supondría principalmente una reducción en emisiones de CO2 y plásticos drástica.

Los productos concentrados, sobre todo los alimenticios tienen muchísimas ventajas para el medio ambiente (menos envases, menos peso, y menos volumen en el transporte) además de mantener mejor las propiedades, naturalidad y conservación de los productos.

En la actualidad el rey de los envases líquidos es el BRIK, que no es de cartón sino que lleva todo esto:

  • 1 capa de aluminio,
  • 1 capa de cartón (procedente de celulosa virgen)
  • 4 capas de plástico polietileno.

    Estamos transportando agua en la mayoría de bebidas vegetales tipo zumos, caldos, horchatas, batidos, smoothies…, cuando no es necesario, ni por salud, ni por ahorro de costes, ni ahorro medioambiental. Estos productos podrían distribuirse como concentrados ganando en calidad para el consumidor, y reduciendo muchísimo el impacto ecológico.

Lo ponemos en negrita por las 4 capas de plástico que lleva para que quede claro que no son de cartón.

Seguido de todo tipo de envases y botellas de plástico, y por último el vidrio. El vidrio a diferencia del plástico se recicla prácticamente el 90% del utilizado en España con lo que implica muchas ventajas para la conservación y asepsia del producto que contiene.

BUENO PARA LA CALIDAD DEL PRODUCTO Y SALUD DE LOS CONSUMIDORES

Como ya explicamos en nuestro artículo “Guía para comprar Horchata en el Supermercado” las horchatas listas para beber, al igual que otras bebidas vegetales o zumos, deben pasar por un proceso de pasteurización o esterilización alto, el conocido como UHT y otros similares, consiste en calentar el producto a más de 135 °C, en el caso del UHT, y eliminar así, todos los microorganismos, lo que hace que el producto final sea apto para la distribución alargando su vida útil y para el consumo a temperatura ambiente.

Pero no todo son buenas noticias, por contra, se pierden cualidades, sabor y propiedades del producto original, como el almidón, en el caso de la Horchata que se convierte en azúcar directamente perdiendo así, su aspecto característico de la Horchata de Chufas (“lo que hace que manche el vaso”). El almidón es un aporte de energía sano y bueno para el aparato digestivo, antidiarreico, y que con el proceso UHT prácticamente se pierde.

Esta pérdida de propiedades y nutrientes, incluso de sabor, se puede aplicar a otros productos, para paliar los efectos de la alta pasteurización o esterilizáción, algunos fabricantes aplican, potenciadores del sabor, aromas… . Incluso, en ocasiones, cuando no basta con el UHT, se utilizan todo tipo de  conservantes, y/o aditivos como la proteína láctea para que no se separen las fases. Elementos que no son del todo saludables, y en algunos casos no aptos para el consumidos si es intolerante, (con menos del 1% no se esta obligado a ponerlo como ingrediente, pero su efecto para el intolerante puede ser el mismo).

El vidrio a diferencia del plástico se recicla prácticamente el 90% del utilizado en España con lo que implica muchas ventajas para la conservación y asepsia del producto que contiene.

Menor pasteurización

Los productos concentrados llevan menos agua, por eso se llaman concentrados, y por eso mismo necesitan ser calentados bastante menos para ser aptos para consumo, es decir, pueden permitirse una baja pasteurización y conservar las propiedades, nutrientes y sabor del zumo original mucho mejor, sin añadir aromas, potenciadores o conservantes.


UN CAMBIO POR PARTE DE TODOS

El cambio no puede venir solo por parte de los productores y fabricantes. Las tendencias de mercado y el marketing, muchos obsesionados con atraer a un público joven absorto en la inmediatez son, en ocasiones demasiado fuertes.

Deben implicarse también, las administraciones públicas, los estamentos dedicados a la educación ambiental y alimentaría, los distribuidores y supermercados, y por supuesto los consumidores.

El cambio tendría muchas ventajas, como ya hemos explicado y un sacrificio mínimo para el consumidor, que llevaría menos envases y peso a casa, y más calidad en menos espacio.

Deben implicarse las administraciones públicas, la educación ambiental y alimentaría, los fabricantes y por supuesto los consumidores.El cambio tendría muchas ventajas, como ya hemos explicado y un sacrificio mínimo para el consumidor, que llevaría menos envases y peso a casa, y más calidad en menos espacio.